ODA AL AUTOBUSERO

. 29 jun 2008

He de empezar aclarando que pertenezo a esa apestosa minoría que va al trabajo dando un paseo, y que el único transporte -público o privado- que uso en la ciudad son los taxis, y solo los cojo por motivos de trabajo o cuando la prisa aprieta. Por tanto, no sé cómo es el servicio normal de transporte urbano en Zaragoza -hasta que no empezó la Expo ni siquiera sabía sus tarifas-, aunque si me tengo que fiar de lo que me cuentan quienes lo sufren, no puedo decir muchas cosas buenas.
Hecha esta precisión-confesión de peatón, puedo comenzar la oda.
Tienen mala fama, reconozcámoslo. Rara vez se les dedica una carta al director amable y cuando alguien se acuerda de ellos es para mentar a sus parientes, muy en especial a esas sufridas madres que tanto paren. El año pasado fue especialmente turbulento, se fueron a la huelga en un par de ocasiones y no todos los ciudadanos entendieron sus reivindicaciones, que estaban directamente relacionadas con el exceso de trabajo de la muestra. No sé exactamente a qué acuerdo llegaron con la empresa, ni si éste les satisifizo, pero lo que sí que puedo decir es que, por lo que a mí respecta, me quito el sombrero ante el desempeño que están demostrando estos días.

De todo hay, claro, y gente malencarada la encuentras en todos los ámbitos profesionales, pero parece que la Expo ha contribuido a hacer un servicio amable. Ahora que cojo el bus casi todos los días para ir a Ranillas, me han sorprendido muy gratamente la sonrisa, la amabilidad y la disposición de los conductores, y muy en especial, de las conductoras. El otro día, una de ellas hasta salió de su cubículo y se ofreció amablemente a indicar a un despistado turista cómo llegar a su hotel desde una parada del paseo de Pamplona. Un poco más y se lo lleva de la mano. Lo nunca visto.

Subo al bus, nos saludamos como seres humanos civilizados (buenos días, buenas tardes, buenas noches, buenas madrugadas... Lo que proceda en cada caso), pido el billete por favor, me dan los cambios con una sonrisa y hasta me dan las gracias. Ya puedo decir que el maltrato y la antipatía son excepcionales, y que la amabilidad es hegemónica.

El transporte público, fuente y catalizador de cabreos y malos rollos cotidianos, parece aquejado de un buenrollismo insólito. Junto a los autobuses, decenas de ciclistas con sus "bizis" le dan un aire todavía más desenfadado a la ciudad, y en las marquesinas de la Expo, los voluntarios te indican qué línea es la que te llevará con mayor prontitud a tu destino. Estoy maravillado: pensaba que coger el autobús a diario iba a suponer un suplicio inaguantable y resulta que me gusta y todo. Y eso que también he sufrido retrasos y he llegado tarde un par de veces por culpa de TUZSA.

¿Me pasará solo a mí? ¿Estaré tan contento con el cambio que está viviendo Zaragoza que no me fijo en lo malo? ¿He perdido por completo la perspectiva? No sé, contadme vosotros, que seguro que tenéis una visión del autobusero medio y del servicio de transporte de Zaragoza más ajustada a la realidad. A mí me apetecía decirles que creo que se lo están currando bien, porque soy de los que piensan que el trabajo bien hecho merece un reconocimiento más allá del sueldo.

Hala, ya lo he dicho.
Fotos: Juan Carlos Arcos.

9 comentarios:

CESAR ANGEL dijo...

El servicio de auitobuses a la Expo es probablemente lo mejor de la Expo. No se si sera porque han puesto muchisimos autobuses o porque la demanda no es la esperada, pero las esperas son cortas y la atención no es desagradable. Ahora bien, el resto de las lineas sigue siendo igual de caótico que siempre y los conductores siguen siendo igual de desagradables que siempre. Quizas sea que el mal servicio haga que los ciudadanos se quejen al conductor y este tenga esos prontos de rabia no contenida. Cada vez que veo una anciana intentar llegar a la parada donde ve el autobús haciendole gestos con la mano y veo al conductor como espera a que ésta llegue a dos metros de la puerta para cerrarsela en sus narices con una sonrisa de las de decir "jodete" me vienen a la memoria todos esos familiares que comentas en tu blog.

álvaro ortiz dijo...

normalmente intento ir a los sitios andando, pero como no vivo muy céntrico soy usuario de autobuses, y siempre me ha sorprendido la mala cara y las malas maneras de estos la mayor parte de las veces, y sí, en varias/muchas ocasiones me habré acordado de sus familiares, lo reconozco

pero también reconozco estar sorprendido con los autobuses de la expo, primero por su fluidez, después por aguantar hasta las 4 de la mañana, y tercero por lo que tu cuentas, deben haber metido en las líneas expo únicamente a los conductores majos, un placer

Anónimo dijo...

ekmbytzaBueno y malos hay en todas partes, en Tuzsa también. Tambien depende del dia que haya tenido cada uno. Hay un conductor que un dia se portó como un gilip... y que otro estaba la mar de amable y simpático. Malos dias tenemos todos. Y creo que no ayuda la caotica organizacion del transporte urbano en Zaragoza y sus condiciones de trabajo, que por lo que hablo con un conductor que conozco, debe tener buena parte de la culpa de la cara de limón que se les pone a todos con el tiempo. Dudo que hagan a los conductores test de amabilidad antes de contratarles y estoy segura de que los datos cambiarian a peor despues de unos añitos en el servicio.
En cuanto al servicio de la Expo no he tenido la oportunidad de probarlo (a lo mejor porque vivo al lado de la Expo y voy andando :-).) pero seguro que TUZSA y el ayuntamiento se han esforzado por poner una cara presentable de cara a los visitantes. Ahora, para los sufridos zaragozanos de siempre, la cara agria de todos los dias. Ya veremos en septiembre.

Anónimo dijo...

Estoy contigo con el cambio (a mejor) de la actitud de los conductores. Mi sensación es la misma.

Y aunque también soy de ese grupo de privilegiados que vamos andando a trabajar, antes y después del cambio de normativa respecto a los carros, sufrí las dos caras de los conductores.
Vi de todo, conductores encantadores y conductores que no podían ser mas desagradables.

Cada vez hay gente mas joven entre los conductores, estará renovandose "la flota" o me estaré haciendo yo mayor???? Lo que está claro, es que los "nuevos" me parecen muy simpáticos y predispuestos (con o sin carro, pero cuando voy "con-carro-y-niño", todo son facilidades!).

Así que siendo también de los que vamos a la Expo en bus, he de decir que mi experiencia es que ya hay mas proporción de conductores amables que de los que no lo son.

Ah, y la conductora que se bajó para indicar lo del hotel del paseo Pamplona, debe ser hermana del que casi se bajó del "cubículo" para ayudarme a subir el carro!! ;-)

¿Nos veremos (y conoceremos) el viernes?????????

Isabel (CDAB)

Anónimo dijo...

El servicio de autobuses a la expo es muy bueno. Sin embargo escribir una oda al servicio público de autobuses y "sacando" la cara por los conductore me parece muy atrevido (por decir algo educado escribiendo). El servicio en general es malo,a los barrios peor y los conductore en un altísimo porcentaje (siempre hay excepciones) y sobre todo como grupo tienen la fama que se merecen.
Sería bueno que se publicaran las huelgas de conductores de servicio de autobús de los últimos 20 años de ZAragoza, sus negociaciones, lo que han conseguido, lo que han pedido y lo que no.
Lo dicho, un artículo muy atrevido para alguien que no usa el servicio de autobús urbano.

RONDABANDARRA dijo...

Efectivamente, daría gusto que durante todo el año y en todas las líneas, las frecuencias y disposición de los conductores fueran como en las líneas EXPO.
Como esto es una utopía, hace tiempo que he decidido pasar de buses e ir andando a trabajar (y eso que vivo a 4 kms. de mi puesto de trabajo), ganando en salud, y lo que es más gordo: ¡me cuesta exactamente el mismo tiempo que en bus!
Una vez que te acostumbras, hasta le coges el gusto así que, aprovechando lo guapa que está quedando Zaragoza, animo desde aquí a una utopía mayor a los zaragozanos: ¿qué tal si nos dejamos de autos y le damos una oportunidad a las bicis del trastero y al calzado cómodo? Yo lo he hecho y os puedo asegurar que se gana mucho en calidad de vida.
¡¡Salú!!

Anónimo dijo...

Yo tengo la teoria de que ahora mismo hay dos clases de autobuseros.
Clase 1: "autobuseros expo", conducen un supermercedes así que estan encantados, como no tienen largos recorridos y les dejan circulan por las calles de 1ª van bien de tiempo, así que estan de buen humor y eso es lo que tú has notado.
Clase 2: "autobusero bus1914" estos pobres nos llevan en autobuses viejos, rotos, malolientes, en los que nada funciona (pasan la ITV estos chismes), no llegan a los tiempos marcados por Tuzsa (imposibles) así que cuando les saludas (yo el 90% de las veces, contestan 5 %) y luego te hacen la puñeta todo lo que quieren, ejemplo: bus parado antes de poste, puerta abierta, al llegar a su altura me da con la puerta en las narices, avanza hacia poste yo también, allí no abre, dos metros después semáforo rojo bus parado, llamo a la puerta y me dice "solo paro en la parada" resultado: fase a) llamada al megaguay-mundo teletabi de atención al cliente que tras 2 minutos de mensajes absurdos dicen que pasan la incidencia fase b) otra ciudadana que durante un buen rato se acuerda de la madre y el resto de la familia del busero...
Soluciones se me ocurren muchas, pero sobre todo, utilizar el sentido común en los que dirigen Tuzsa y el Ayto.
Por cierto que conozco a bastantes autobuseros con los que comparto cañas

Anónimo dijo...

llevo unas 3 semanas trabajando en tuzsa y despues de leer los comentarios de la gente ,digo:

1º)Para hacer un recorrido tienes un tiempo que segun el tráfico o incidencias varias(subir carritos de bebes,personas mayores que suben muy despacio,personas que pagan con monedas de 5 y 2 centimos...etc)lo puedes cumplir o no,si no lo cumples lo más probable es que terminen llamandote la atención.

2º)Hay personas que dejandoles subir fuera de parada no son capaces de dar las gracias(que menos).Tambien hay casos de la persona que le dejan subir fuera de parada se cae al subir entonces lleva al conductor a juicio con la excusa de que no deberia haberle abierto fuera de parada.

Espero haberos dejado claro lo que te puede pasar si eres conductor de TUZSA.por cierto,que todavia buscan gente para conducir autobuses

Anónimo dijo...

Pues debe ser verdad lo de que han reservado los conductores majos a la Expo, porque lo que me pasó a mí el 6 de Agosto casi lo podría calificar como delito.
Iba en el autobús con mi hija de 9 años a las 10 de la noche. Al llegar a nuestra parada ya estabamos solas las dos en el autobus y la niña dio al timbre de parada sono la campanilla pero no se ilumino, y el conductor no paró. Al llamarle la atención se puso a gritar hecho una fiera y más adelante para el autobús (parque oriente, a las 10 de la noche totalmente oscuro)abre la puerta, baja la niña y al ir a bajar yo, cierra la puerta y se pone en marcha dejando a la niña sola en la calle en plena noche. Por supuesto que me acorde de toda su familia, viva y muerta y menos mal que mas adelante me dejó bajar, sino lo habría denunciado por secuestro. Gracias a Dios a la cría no le pasó nada, solo el susto que se llevó que empezó a correr desesperada gritando ¡MAMA! detras del autobus.
He hecho la correspondiente denuncia en TUZSA y en el Ayuntamiento, y aún estoy esperando alguna contestación. No se si a ese individuo le han sancionado o algo y me da que nunca lo sabré.
Lo único que escribí una carta al Heraldo y allí si que me la publicaron.,

¿De qué va este blog?

El asombro cotidiano de alguien que se siente turista en su propia ciudad. Armado con una cámara, el periodista de HERALDO Sergio del Molino capturará fotos y vídeos de la ciudad de la Expo (e incluso de la propia Expo) y los servirá aquí aliñados con sus balbuceos de hombre asombrado ante el progreso. A veces, en pequeñas dosis, como una tapa de anca de ranilla. Otras veces, en plato grande, hasta el hartazgo.

Podéis comentar cada entrada con libertad, pero el autor del blog se reserva el derecho de moderar las intervenciones, por eso pueden tardar un tiempo en aparecer en la página.

¿Quién lo escribe?

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Sergio del Molino